Tenía sueño y no era
el sueño.
No te encontraba tras ninguno de los rostros
que ocultaban otros rostros más
invisibles.
No sé si en algún momento esperé de ti
que fueras transparente o sólo clara,
que llovieras como luna,
que sólo por fin te fueras
inesperada, como viniste,
tras una rubia línea entre la espesura.
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