jueves, 28 de mayo de 2015

Encontré esto entre toneladas de papeles viejos

La gente de internet es real vive bajo los árboles come murciélagos vivos se baña en el mar de las conversaciones perdidas

las conversaciones perdidas son muchas y gigantescas tú también podrías bañarte en ellas no lo pienses sólo lánzate

ahora no eres tú verdad ahora tus sueños no son tus sueños sólo son sexo y tampoco son húmedos son sólo sexo

porque te has visto reflejado o reflejada en un mundo del que formabas parte

un mundo en el que los hierros supuraban óxido y tu sangre supuraba hierro y el óxido son tus lágrimas

por qué llorabas jamás lo sabrás ni siquiera eras consciente quizá te rompieron el corazón no espera eso es imposible

entonces quizá quisiste volar de veras lo intentaste pero cómo ibas a volar sin alas tus pensamientos son estúpidos

porque volar requiere dos grandes alas y volar requiere no estar muerto

quizá entonces te diste cuenta de que no tenías alas o quizá pensaste que estabas muerto y aquello no tenía solución

entonces dejaste de seguirme en twitter porque para qué si sólo lo hacías por los seguidores y por el dinero

a plena luz del día lo hiciste sin remordimientos posteriores era inútil pensar más en ello

quizá fue cuando apagaste las velas y saliste a la calle y el viento te golpeó en la cara con la fuerza de mil cometas

sin pensarlo echaste a volar o eso pensaste no es todo tan fácil

extendiste tus alas hacia el cielo y las estrellas hacían corros a tu alrededor y tú reías y reías y tus carcajadas eran puras

llegaste a marte o a Saturno o a Urano qué más da tú eras feliz demasiado feliz para


estar muerto

Raposas

Hoy he leído el periódico.
Era un periódico de luces sin sombras.

Aparecían, en primera página,
tres poetisas jóvenes, y cómo no,
famosas.
Yo no estaba entre ellas.

He sentido una serpiente hasta hoy desconocida,
rosa,
llena de lunas negras.

Pensé momentáneamente en este mundo de modas idiotas
y pensé también si no serían aquellas otra sin sentido moda.

Miré sus ojos, uno a uno,
seis telescopios.
Reflejaban estrellas.

De mi envidia surgió una rosa.

De raposas son dragones,
musas,
salvajes doncellas.

viernes, 22 de mayo de 2015

Mariana

Déjame pulsar tus labios,
lentamente, sobre frío.

Dame luz sobre los ojos,
tiernamente:
expulsa mi olvido.

Admite, suspira, una palabra:
será nueva, viva, rosa
al tacto de tus oídos.

¿Por qué das la vuelta,
si me miras,
ese brillo ciego que aún espero?

Y la herrumbre que aún salpicas
oxida, invierno, mi piel…


Cae, desnuda, la cortina
sin cristal.
Tú a lo lejos:
un viento o abismo nos separa.

¿Y mi aliento…?

Pitágoras era un hombre sabio

Porque los espíritus salen por la puerta y yo me quedo sentado y mirando cómo bailan pero no les veo bailar sólo capto el movimiento visceral que hacen sus manos y sus brazos y los intestinos derramados por las aceras que dejan un rastro a un ritmo musical

Estoy en un mundo que me dice adiós constantemente y sus despedidas orbitan como los planetas y yo soy el sol y miro palabras sueltas algunas vomitivas pero nadie me dice dónde ir yo quiero que alguien me guíe por el mundo porque no entiendo la velocidad pero nadie me va a ayudar estás solo

Hoy he visto un árbol y no era un árbol corriente gruñía y echaba humo aun así le he hablado con palabras dulces chocolatina le he dicho pero él sólo quería gruñir y erupcionar creo que no era un árbol

Me siento solo y eso es ridículo si te pones los ojos de un siberiano

Beber es bueno a veces sólo cuando deseas que las cosas malas no sean cosas pero luego es complicado dormir con malas no es cierto dejar de olvidar es algo complicado es muy fácil es adictivo no bebas nunca bébeme el alma

Todavía no se ha pasado el día y ya estoy escuchando una voz dulce preciosa y pelirroja pero está muy lejos esa voz no sabe que yo existo pero yo existo no :(

No vuelve yo sólo quería jugar un rato cómo te llamas eres una niña muy bonita no me importaría una copa oh sí sigue más abajo no tanto me fui adiós

Aún no sé si quiero ser mamá o papá pero estar ebrio es muy adictivo pero solo no tanto pero

La aglomeración de versos sin porqué en este poema es directamente proporcional a que no es un poema todo es real atrévete a ser diferente tú eres lo mejor que te puede pasar porque no esperarás que yo te haga cosas no eres una flor no me pidas perdón ya es tarde adiós :3

Hola vengo por estas magias que compré hola no sacian mi alma hola pero yo tengo alma hola bueno probaré por si acaso hola adiós

Cuándo acabará esto no lo sé puede que mañana o puede que ya haya acabado y tengamos un sentimiento de culpa o no se acabará nunca y estamos perdidos estamos perdidos no hay forma socorro no encuentro las comas los puntos los días los sexos

Yo algún día seré famoso tendré valor pero dejemos de hablar de mi háblame de ti cómo te ganas la vida

Algunos marineros no saben decir lo siento yo al contrario si sé pero no sé es difícil tener dos caras y no saber por cuál te quiero adiós :( hoy llevo muchas caras tristes alégrame como tú sabes pero sólo si hay una pantalla de por medio no quiero que me veas llorar

Auxilio

Sólo vine por los abrazos gratis pero ya que no hay me voy adiós ojalá pudiera correr de aquí o de algún lugar o de todos los lugares eso es imposible ok


:(

viernes, 15 de mayo de 2015

Ya comprendo

ningún príncipe azul va a salvarme

Esto no es poesía pero a veces

Quiero patear cosas.

Quiero patear cosas tan fuerte y que no me respondan las cosas que patee.

Quiero patear cosas y no sentirme culpable más tarde de sus heridas
o tener que pisar sobre ellas cuando ya estén muertas.

Quiero patear cosas muy fuerte y que vuelen muy alto y que formen
una estela arcoíris sobre la estratosfera.

Quiero patear cosas y no saber si ha estado bien o mal pero sentirme orgulloso
o imbécil por una vez.

Quiero patear tu cara.

Quiero patear tu cara y susurrarte todo lo que no soporto de ti al oído y que mis palabras formen arcoíris en tu cabeza.

Quiero patearte tan fuerte que no vuelva a saber jamás de ti
y que no me duela patearte.

Quiero patear no sé qué en mi cerebro que me dice que todo va bien y quiero patear los agujeros negros que se abren dentro de él porque no todo va bien.

Quiero patear mi propio cadáver y soñar que no es verdad.

Quiero patear todas las cosas que son no en realidad.

Quiero autopatearme y después autodecirme cosas como te lo dije o no deberías haber hecho eso.

Quiero que tú me patees y no me hagas sangre pero sí moratones
los consideraré moratones de amor.

Quiero que las cosas me pateen y volar por la estratosfera estelado de un arcoíris ideal y estrellarme en algún sitio bonito porque me ha cegado otro arcoíris menos ideal de alguna cosa que yo pateé con o sin rabia en un momento anterior a mi existencia.

Quiero que mi futuro cadáver me patee o bueno no.

Quiero que las cosas irreales me pateen fuerte y sepa así o no de su existencia.

Quiero patear cosas.

Quiero patear cosas y que no me duelan las manos o el cuerpo o el cerebro mañana.

jueves, 7 de mayo de 2015

6.

Voy contra el viento ahora, tras la luz.

Los mares, inmensos, se arrinconan; los vientos, antes huracanes, son quietud. El sol hormiguea en mi piel y mis brazos preguntan pálidos, nerviosos, si serán los tuyos, dónde, en qué lugar…


Miro.
A cada paso, a cada luz singular te busco: miro en derredor y no te encuentro. En la ciudad vacía, en el parque helado, ¿dónde te encontraré?

Y en mi corazón ruge un desgarro, y sangra púrpuras, violetas, y auroras tímidas, cristales empañados, vapores cálidos e invisibles, lluvia y afán de llover más lejos.

Así te busco en lo invisible. Te busco perdido, de noche, en invierno, sin un frío claro y un horizonte yermo, buscando el crujir de las hojas secas o el silbar de una brisa temprana… Súbito, mostrándome un inseguro camino hacia ti, tus labios rojizos, púrpuras, tus brazos morenos, tibios, tu voz agotada, viva.


Te miro.
Deseo mirarte en cada reflejo y los espejos me devuelven mi mirada seca, turbia, impregnada de una humedad que desde anoche desconozco…
Y queriendo mirarte, soy incapaz.



Te veo.
Al fin, en mediodía, tras la aurora.

Y no eres tú, no;
son tus besos a la vida, tus miradas inocentes, tus tranquilos pasos clamorosos que caminas. Son tus faldas irisadas que translucen mariposas, sus destellos efímeros y trenzados, dulcemente, en las esquinas ocultas y rosas. Son cristales fulgurosos y veloces que chorrean en las fuentes y hacen luz y tú les miras, y a mí vienen sonrojados.

Son las horas sorprendidas que, aun perladas, aun prendidas se ven traspasadas, sometidas a un lago quizá y entorpecido: las agujas de tus pasos…

Te veo, hoy. Te veo y tú me miras.
Posada estás sobre la flor desnuda, y tus delicadas alas de seda blanca... En las puertas de un bus inquieto, inquieta te marchas; y eres el suave tizne y rosa de unas mejillas anónimas...
Te veo libélula jugando entre nenúfares, no perdida, no rendida,
libre.
Sí, tú libre.

De mil colores, libre.

lunes, 4 de mayo de 2015

5.

Lo he decidido. Buscarte.

A ti, a tus sombras ceñidas en soles, a los vientos que desprenden tus faldas, la brisa efímera y que enfría tus labios, helada.

A ti que te escondes, sin querer, en otros mundos más cálidos, en las calles anchas que hacia el sol florecen y en los estrechos callejones, donde apenas espera un rayo tu piel, y en él te sumerges…


Luce, luce ya en lo más alto. ¿Dónde te encontraré?

¿En qué lugar insospechado, en qué flor más casual, en qué desliz inoportuno…? ¿En qué rincón alto me esperas? ¿Te avistaré sobre qué valle, sol, bajo qué duna? ¿Hacia dónde he de mirar? ¿Qué luz es tu luz? ¿Cuál de ellas, miles, vistes?

¿Cuál de ellas me besará cuando yo llegue?
¿Cuál de ellas, a tus pies, se dejará alcanzar y así te vea?
¿Cuál gritará dolida al ver mi oscura mancha y ella albina?
¿Cuáles huirán mudadas cuando pase y mis gritos?
Y si acaso no me ves, yo no te viera…
¿qué luz, cuál de ellas te dirá que yo he pasado?

                                                                                        * * *

domingo, 3 de mayo de 2015

Ven, ven tú. (V. Aleixandre)

Allá donde el mar no golpea,
donde la tristeza sacude su melena de vidrio,
donde el aliento suavemente espirado
no es una mariposa de metal, sino un aire.

Un aire blando y suave
donde las palabras se murmuran como a un oído.
Donde resuena unas débiles plumas
que en la oreja rosada son el amor que insiste.

¿Quién me quiere? ¿ Quién dice que el amor es un hacha doblada,
un cansancio que parte por la cintura el cuerpo,
un arco doloroso por donde pasa la luz
ligeramente sin tocar nunca a nadie?

Los árboles del bosque cantan como si fueran aves,
Un brazo inmenso abarca la selva como una cintura.
Un pájaro dorado por la luz que no acaba
busca siempre unos labios por donde huir de su cárcel.

Pero el mar no golpea como un corazón,
ni el vidrio o cabellera de una lejana piedra
hace más que asumir todo el brillo del sol sin devolverlo.
Ni los peces innumerables que pueblan otros cielos
son más que las lentísimas aguas de una pupila remota.

Entonces este bosque, esta mota de sangre,
este pájaro que se escapa de un pecho,
este aliento que sale de unos labios entreabiertos,
esta pareja de mariposas que algún punto va a amarse...


Esta oreja que próxima escucha mis palabras,
esta carne que amo con mis besos de aire,
este cuero que estrecho como si fuera un nombre,
esta lluvia que cae sobre mi cuerpo extenso,
este frescor de un cielo en el que unos dientes sonríen,
en el que unos brazos se alargan, en que un sol amanece,
en que una música total canta invadiéndolo todo,
mientras el cartón, las cuerdas, las falsas telas,
la dolorosa arpillera, el mundo rechazado,
se retira como un mar que muge sin destino.