lunes, 27 de abril de 2015

lo intento pero no me llego a mi ayuda

Hay muchas cosas que quiero decir y aún no entiendo cómo he conseguido callar mis manos por mucho tiempo

He decidido escribir mientras el agua caía caliente sobre mi cabeza y luego fría y luego caliente de nuevo y no había presión y sólo podía pensar que

ya no quedan ríos donde podamos bañarnos desnudos pero tampoco queda desnudez suficiente que nos contenga

cuando ya hemos escapado y nos hemos vuelto invisibles por fin tras tantos años de inseguridades

de no saber qué hacer o a dónde huir si sólo corríamos en círculos persiguiendo sombras

y después de decenas de kilómetros de muchos intentos nuestros fantasmas éramos nosotros mismos



Me vuelvo

me vuelvo a mis entrañas donde los sueños triunfan donde el amor triunfa donde lo hermoso son las estrellas y nos quedamos iluminados por algún que otro púrpura ideal

Y ese púrpura son sólo nuestros ojos que gritan que no soportan que miremos a las madres de tacones altos y bajos años que vomitan en alguna que otra acera o sucursal bancaria

que no quiere ayudar porque una persona es demasiado escandalosa podría gritar podría hacerlo todo trizas tantos sueños tantas esperanzas no por favor policía adiós



En mis entrañas todo es de colores y las cosas saben bien

como aquella vez que en el colegio te rompiste una uña y todas las chicas se rieron de ti

y yo me siento así cuando las pinturas no son suficientes y mi mente comienza a segregar los líquidos reales que ni tú ni yo queremos

Entonces acuden los ruidos y el mundo no es suficiente no es grande es

negro y me da miedo mirar a tus ojos por si dejan de brillar



El amor frustrado es no poder brillar en tus ojos

Tú estás leyendo una revista y todo está en silencio

Yo me despierto ingrávido las mariposas no tienen cuerpo

sus alas vuelan sólidas en toda esta atmósfera azul

Las amapolas están negras ya no cantan no son rojas la brisa es agria las hiere no soportan tanto ruido qué hacemos luchamos contra una chimenea contra una depredadora mecánica

Estoy desnudo y sólo quiero decir cosas sin sentido y cantar pero no tengo voz mi voz se ha ido soy inaudible aquí


Tengo la vaga sensación de que un tren pasará en cualquier momento y lo echará todo a perder pero no podemos controlar a los pilotos de trenes son dignos y humanos se equivocan llegan tarde tapan la cámara fotográfica y se masturban ahora que no los vemos

Pero pasará el tren y nos arrepentiremos de no verlos pero tampoco podemos controlar la comida de microondas demasiado hecha o los anuncios repetidos en los realitis de las teles



Es difícil escribirte con el estómago hecho pedazos

Fuera es la guerra

Los hombres armados con fusiles disparan a otros hombres con otros fusiles pero ninguno sabe disparar qué tragedia los fotógrafos hacen fotos a niños deshidratados y la máquina de cocacola necesita un euro que nadie tiene pobre

La guerra es triste por muchos motivos

pero aquí todo es azul la única guerra es que no te vayas que no dejes de leer esa revista que quieras buscarme un río y bañarnos que no te canses de ser invisible y no quieres pero no sabes cómo no hacerlo

Esta ruptura es muy triste por muchos motivos

domingo, 26 de abril de 2015

4.

Es brillante.

Las flores me saludan esta mañana desde sus balcones de tierra, guiñando, entre sus pétalos, una endeble gotilla de agua.

Las calles se han abierto hoy. El sol las transluce y se difuminan en arcoíris y cristales sin niebla, sin humo, sin gris… Las hojas de los árboles pintan hoy su verde en las aceras y las personas, extrañadas, pueden respirar.

El día es azul, pero las estrellas nublan el cielo. Las hay grandes, más que el sol. Son redondas y sonríen... Otras, pequeñas, son sólo un pequeño rasgo en el cielo. Me miran curiosas, pero están demasiado lejos. No podrían llegar…

Una brisa tramposa y sincera recorre la ciudad. Sortea tranvías, faldas, se arremolina en mis brazos... Está fría, pero es dulce, y arrastra pequeños pétalos rosáceos, diminutas chispas de luz... Mis brazos se erizan sin querer. Tengo frío, hoy, esta mañana.

“Mañana” susurraste, en sueños, anoche.

“Yo, mañana…” repetías una y otra vez, y no sabías qué decir.

El taxi paró en una calle más nocturna. Me diste la mano: no querías tropezar. Mis ojos relampaguearon y quise decirte que está mal caer conmigo, que es más enredado... Tú ya no me mirabas. Tus rizos me acariciaban... Te paraste en el rellano, anoche, tus mejillas encendidas.

Yo te miré a los labios. Ellos me miraban. El silencio, arrebatado, se hizo dueño, en nuestras manos, de todo lo que no buscamos, anoche, lo que no dijimos, anoche, lo que no sentimos…

Anoche me miraste y tus ojos se perdían en la nada. Anoche me miraste y una lágrima, quebrada, se arrojó a morir de entre mis ojos.

“Mañana…” susurraste a mis lágrimas. Tu voz, pastosa, soñaba...

Un destello restalló en la oscuridad adormecida. Un fugaz fulgor, tan breve, paseó por mis pupilas…

"Mañana..." tú, evadida...
"¿Me buscarás, amor, mañana?"

                                                                                    * * *

miércoles, 22 de abril de 2015

Soledades #4. Púrpura.

La niña azul mira la calle,
púrpura,
tras la ventana.

¡Los gritos de los niños!
Corren, saltan, gritan,
risueños,
tras la ventana.

Seis chiquillas han formado un corro
y bailan.
Juegan, tras ellas, sus faldas.

¡Cómo ríen las niñas rosas
bailando tras la ventana!

La niña azulada mira la calle,
púrpura, púrpura,
tras la ventana.

Dime, abuelita,
¿no podré jugar con ellos mañana?

Intuye, ligera,
palabras ahogadas,
miradas nubladas…


Un tibio cristal cae al suelo.
Resuena en la calle su eco silencioso…

La niña suspira,
suspira azul tras la ventana.

lunes, 20 de abril de 2015

Soledades #3

La brisa, leve, sacude la montaña
que se agita.

No se ve, su alma, la montaña.

La amapola se rinde al juego celeste,
festín de luces, colores y sombras…

No se ve, su alma, la amapola.

¡Ya vaga el río perdido,
sonando entre estrellas y fuegos de artificio…!

No se ve, su alma, el riachuelo.

Un pastorcillo se mira,
se mira y no se encuentra…

Se fue.
Se fue, su alma, con ella.

Picando, la lluvia sombrea los caminos
tiñendo nubosos los prados verdes…

¡No, alma! ¡No me dejes!
¡No, por favor, me duelas!

miércoles, 15 de abril de 2015

Soledades #2

La tormenta ha estallado.
Un olor azulado se filtra a través de la breve rendija sobre mi ventana.
Los rayos, fugaces, lo acompañan.

La lluvia picotea incesante el suelo dejándose caer pesada, en su transparencia, el color puro del cielo.
¡Oh, sí!
Viene desde su estancia en las nubes, hoy tristes, de la morada de un dios.
Y ese dios que llora amargo…

Ácidas caen sus lágrimas al mundo.
Desnudas visten las calles,
a ceniza y carboncillo,
de mil colores.

¡Oh, tronar de tu rugido…!
Su lamento me traspasa, de lleno,
el alma
por la suya desgarrada…

El frío me viene, silbando, por la ventana… Quiere dormir en mis huesos.

¡Oh cántico brutal y sombrío…!
Tras la ventana un niño llora
par a par tiznado,
como el mundo,
de ceniza.

La noche húmeda se revuelve: las calles mudan su gris de otro gris celeste y puro.
El campo, beso a beso, difumina su horizonte… Las nubes, clareadas y tímidas, se dejan besar…
Están muy lejos…

¿Por qué lloras, titán descolorido?
¿Acaso tú, de cuerpo eterno, te has quebrado el alma?
¿Es que tus rasgos marchitos te adolecen…?
Fue un brillo divino que sumió en tu rostro la locura… Luna, temerosa, oscura te acompaña.

¿Y cómo será tu alma dolorida…?

La lluvia, inquieta:
sus cristalillos repiquetean en mi ventana.

domingo, 12 de abril de 2015

El corral mortuorio de los ochenta y cinco cadáveres

A veces estoy de fiesta y no encuentro a mis
amigos

A veces no me encuentro y mis amigos están
de fiesta

Las fiestas son guays porque hacen que la gente encuentre y no encuentre a sus amigos con un vaso de plástico en la mano y sonando cosas disonantes de fondo y soñando otras cosas aún más perturbadoras.

* * *

Ayer te vi de fiesta y me sonreíste toda
lasciva.

Te vi y no te vi mientras en mi corazón tamborileaba Queen mi canción favorita y tú no eras capaz de turbar tu mirada.

Entonces me dije que quizá no es tan malo si sólo te miro
por debajo de los ojos
por encima de las faldas ajustadas
omitiendo los puntos rojos en tus brazos.

Al fin viniste por ti misma
tropezando como loca sin parar con los tacones de la gente que no se dejaba pisar no dejaba que toda
tú sobrepasases sus vidas eternas.
Yo mientras me bajaba tus mejillas pálidas vía Streamcloud.

Cuando llegaste a mi lado yo ya no era yo y tú decías cosas sin sentido.
Me preguntabas cosas que yo no quería responder y yo
te daba mezclas que tú no querías beber pero te las
bebiste
mientras yo te miraba cómo se derramaba el líquido turbio por tu garganta
y no decía nada.


Ponías cara de aburrida algunas veces y mis delicadezas no te hacían gracia.
Tus brazos estaban más fríos cada vez y quizá tus mejillas empalidecieron un poco más.

Te desvaneciste hacia el final entre ruidos y humos agrios por un estrecho callejón.
Mi mezcla tenía demasiado hielo y ahora más 
con tus mejillas era mejor y te habías marchado dejando en mí una huella irreparable que
muchas noches no podrían ocultar.

Yo no podía olvidarte y me concentré en las siluetas sicodélicas que iluminaban el escenario.
Era un escenario bonito y lleno de florituras y cigarros mal apagados pero
todo me sabía mal como pensé después de rodillas en el baño.

Me quedé toda la noche conversando con mejillas de otra gente que no eran tú.
Tú no aparecías no había remedio todo
estaba perdido.


Te vi en el alba.
Yo estaba llorando y tú en un rincón sentada como una flor a medio abrir.
Te hice preguntas y tú no respondiste sólo decías cosas incomprensibles y no te querías levantar.
Tú eres una flor y quieres ver nacer el sol.

Yo te cogí en brazos y algunos cristales crujieron.
Tú no decías nada y me mirabas hipnotizada.

El sol te hizo daño en los ojos.