viernes, 22 de mayo de 2015

Mariana

Déjame pulsar tus labios,
lentamente, sobre frío.

Dame luz sobre los ojos,
tiernamente:
expulsa mi olvido.

Admite, suspira, una palabra:
será nueva, viva, rosa
al tacto de tus oídos.

¿Por qué das la vuelta,
si me miras,
ese brillo ciego que aún espero?

Y la herrumbre que aún salpicas
oxida, invierno, mi piel…


Cae, desnuda, la cortina
sin cristal.
Tú a lo lejos:
un viento o abismo nos separa.

¿Y mi aliento…?

No hay comentarios:

Publicar un comentario