la primera vez que me dijiste?
O tras unos labios fríos, tras una máscara de calidez sincera,
tras un impetuoso gesto o penetrantes
gemidos,
una piedra,
o corcel o punta de flecha
-una culpabilidad incierta-,
un camino helado y yo una sombra;
yo una sombra y tú un agua clara,
una lluvia como torrente,
una tormenta desatada en las inmensas aguas
del inmenso océano,
una turbulenta marea,
un charco diáfano.
Tú.
O estos lirios altos que ya el rojo versaron.
O una manta áspera, una sábana blanca como
telarañas,
telarañas puras, ingrávidas,
suspendidas en un aire amargo y espeso.
Y unas garras que las hilan
hoy,
cien mil años después,
en otro espacio, en otro tiempo,
bajo unas desconocidas alas y su sombra negra.
Telarañas.
O un bálsamo cálido en tus manos.
Y dime, ¿fue primera?
O las flores tiernas, o los verdes tallos.
O una ambigua voz, unos inciertos labios.
Una voz que resuena tibia al oído,
unos labios afilados que deshielan el delirio…
Dime… ¿fue primera?
Una voz que resuena tibia al oído,
unos labios afilados que deshielan el delirio…
Dime… ¿fue primera?
Es la primera vez que el primer blog que abro ya merece la pena.
ResponderEliminarVaya, alguien ha venido por fin a romper el silencio en mi blog. Se me estaba haciendo eterno...
Eliminar¡Muchas gracias! ¡Ya me paso yo por el tuyo! (: