miércoles, 15 de julio de 2015

Dime

Y dime, ¿fue primera
la primera vez que me dijiste?
O tras unos labios fríos, tras una máscara de calidez sincera,
tras un impetuoso gesto o penetrantes
gemidos,
una piedra,
o corcel o punta de flecha
-una culpabilidad incierta-,
un camino helado y yo una sombra;
yo una sombra y tú un agua clara,
una lluvia como torrente,
una tormenta desatada en las inmensas aguas
del inmenso océano,
una turbulenta marea,
un charco diáfano.
Tú.
O estos lirios altos que ya el rojo versaron.

O una manta áspera, una sábana blanca como
telarañas,
telarañas puras, ingrávidas,
suspendidas en un aire amargo y espeso.
Y unas garras que las hilan
hoy,
cien mil años después,
en otro espacio, en otro tiempo,
bajo unas desconocidas alas y su sombra negra.
Telarañas.
O un bálsamo cálido en tus manos.



Y dime, ¿fue primera?
O las flores tiernas, o los verdes tallos.
O una ambigua voz, unos inciertos labios.
Una voz que resuena tibia al oído,
unos labios afilados que deshielan el delirio…
Dime… ¿fue primera?

2 comentarios:

  1. Es la primera vez que el primer blog que abro ya merece la pena.

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    1. Vaya, alguien ha venido por fin a romper el silencio en mi blog. Se me estaba haciendo eterno...

      ¡Muchas gracias! ¡Ya me paso yo por el tuyo! (:

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