sábado, 27 de septiembre de 2014

Delirio #8: Vano intento

Si sólo el viento es testigo de mi ahora muerte y sólo el agua puede, vano intento, aliviar mi dolor.

Si aquello por lo que muero, desconocido yo de él, la única manera de huir sería imposible, correr lejos, con el alma.

Si la única opción es nunca más decidir. Si la única salida es sentarme a descansar 
y, vano intento, no mirar atrás, allí donde me observa.

Si cien años no son suficientes y corazones más vivos fueron reparados, no lo recuerdo.
Y si, vano intento, pudiera recordarlos, un paisaje, muerte y desolación, vería.

Si acaso, vano intento, sintiere algo.

Y, a fuerza de no sentir, recordar lo sentido.
Algún día.
En algún lugar.
Donde el dolor no duela.
Donde los puntos se disfracen de comas.
Donde pudiera escapar, al fin,
del delirio.

De tu querer.

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