sábado, 11 de octubre de 2014

Delirio #21: Tú, tormenta.

Es el mar y su bravura,
titánicas olas de fuego,
despertar.

Es pretencioso huracán que todos sueños arranca de la tierra.
Es terremoto, la tierra y su movimiento,
se agita el horizonte, impotente,
tu suave pisar.

Se rompe el cielo, catástrofe.
Caen al suelo
mil cadenciosas lágrimas
inspiradas en tu mirar.
Vacío el mar allí en la altura,
no queda nada ya,
más que formas sin cuerpos.

Quiebran montañas, estallan volcanes.
despiertan océanos y aclaman,
viva voz, gritando,
tu llegada.

Con miedo el viento sopla,
ahora que has pasado
de largo,
sin mirar atrás.

El rayo o la estela
de luz,
nunca pasarán.
Los truenos rugirán jamás,
vendavales, suaves brisas
y el mar,
antes fiero,
ahora terco y sereno.

Tú no dudas
en encender y avivar fuegos,
allí en tu caminar,
sea lejos,
nunca cerca
de mí y de mis llamas,
muertas ya,
o moribundas.

Porque antes prados verdes,
ahora yermo desierto.
Viva tormenta de vivos rayos,
no se desató,
no a tu marcha.

Ahora todo en calma,
amor huyó
y tú con él.

Allí lejos,
tú sola
y tu risa,
ira, 
viento despierto
que duerme en mi pesar,
risa que son mis lágrimas.


* * *

Sendos ríos de plata,
dos por par de cuentos,
uno de hadas,
otro de locos.

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